El evangelio nos relata el encuentro de Jesús con Felipe y Natanael y su invitación a seguirle. “En la fe cristiana todo comienza con un encuentro”, y cada seguidor de Jesús vive este encuentro desde su personalidad única y con rasgos únicos. El encuentro con Jesús siempre es personal.
Por eso cada encuentro es personal e intransferible, es preciso abrirnos de pensamiento, sentimientos y corazón para recibir la llegada de Jesús a nuestras vidas, porque una vez esto suceda, nuestras vidas ya no serán las mismas, sintámonos afortunados y bendecidos por esto.