Hoy el Evangelio nos comparte la intención de Mateo, la cual es claramente mostrar con el relato de la llegada de los Magos de Oriente a adorar al niño la universalidad de la manifestación de Dios en su Hijo Encarnado.
Todos, cristianos o no cristianos, estamos invitados a buscar, encontrar, acoger, agradecer y adorar este inusitado gesto del Amor de Dios: hacerse uno de nosotros para revelar su Verdad y poder regalarnos la Salvación. Todos tenemos en nuestras vidas estrellas que se nos aparecen luminosas y nos muestran el camino a seguir. Pueden ser personas concretas, pueden ser acontecimientos que nos marcan, pueden ser vivencias que encienden algo especial en el corazón.