El episodio del hombre endemoniado que vivía entre sepulcros es un relato que se presta a muchas lecturas, pero que entiendo muy actual. En la orilla del Mar de Galilea es donde Jesús llama a sus primeros discípulos.
Jesús le pide a los que ha salvado que, en vez de embarcarse con él, sean sus discípulos entre la gente del lugar. Todo un mensaje a los que formamos la Iglesia para que seamos conscientes de cuáles son nuestros campos de misión.