Hoy el Evangelio queridos hermanos, nos habla de Aquel día cuando Jesús ñe abrió la posibilidad a un sordo de volver a escuchar, Jesús dijo: “ mirando al cielo, suspiró y le dijo: «Effetá» (esto es: «ábrete»).”, fue así como estas palabras liberadores le dieron la oportunidad aquel hombre de volver a escuchar, lo interesante es que no solo físicamente le abrió la posibilidad de escuchar el mundo exterior, si no, también su mundo interior, ese mundo tan espiritual que nos une con Jesús y Dios, así mismo, cuando buscamos al señor y le llamamos como el sordo lo hizo, Él viene a nosotros para devolvernos la posibilidad de escucharle.
Así que hoy la invitación es que, llamemos al Señor y nos dispongamos para escuchar su santa palabra y permitir que abra todos nuestros sentidos para volver a conectarnos con su santa presencia, esa que nos permitirá ver la vida con más claridad, actuar con más sabiduría y pensar con más calma, porque todo en Cristo es posible.