El Maestro nos llama a desembotar el corazón, a ver y oír lo que está aconteciendo, a leer la realidad y sus protagonistas, a confiar en que el Padre nunca nos deja, a estar atentos porque el mal también tiene su levadura y también crece.
El Maestro nos quiere despertar... no nos quedemos solamente en las pequeñas cosas materiales y abramos los ojos para no entrar en las redes de la mentira.