Marcos nos presenta en este evangelio a Jesús sanando a un “endemoniado”, un enfermo grave de epilepsia. Es su padre quien se presenta ante el Señor a interceder por su hijo con una fe insegura.
Dios es un Señor de vida, enviado a salvarnos y redimirnos del mal. Jesús nos trae la buena nueva, su evangelio de salvación.
La antítesis permanente entre bien y mal. Pero la fuerza del Señor viene a liberarnos de las ataduras del demonio y de la muerte, entregarnos una nueva vida, una forma de entender la realidad desde la presencia de Dios en medio de nuestro mundo, en relación personal con nuestras vidas