El Evangelio de este día se sitúa en el contexto del camino que Jesús emprende hacia Jerusalén, con sus discípulos; el camino hacia la cruz. En ese camino Jesús quiere ir enseñando a los suyos qué significa y qué implica seguirle.
El relato de hoy se encuentra justo a continuación del diálogo de Jesús con una persona que desea encontrar el camino de la Vida y quiere saber qué es lo que tiene que hacer.
Al lado de esta reacción, tan humana, tan nuestra, descubrimos la de Jesús que mira con cariño a esa persona que se aleja de Él y que además se va entristecida; que nos hace consciente del difícil camino de la libertad interior frente a todo lo que nos ata, si sólo nos apoyamos en nuestras fuerzas; que nos abre a la desmesura del don de Dios, que nunca es proporcional a nuestra entrega y que nos descoloca ya que para Él.