Busquemos ese silencio habitado, para que encontremos la música de la vida.
Busquemos esa caricia intangible, para que encontremos ese gesto que restaura el corazón. Busquemos los anhelos, para que encontremos los sueños. Busquemos la niebla, para encontrarnos en un baile con la soledad. Que hoy nos detengamos a buscar a Dios, en las cosas simples que en muchas ocasiones pasan desapercibidas por nuestros ojos.