La Palabra de Dios siempre toca nuestra realidad y hoy el Evangelio, como espada de doble filo, penetra hasta las profundidades de nuestro interior en nuestras relaciones fraternas. Nos habla de nuestro trato con aquellos que llamamos “hermanos”.
Tenemos a uno que se ha hecho compañero de camino, Hermano nuestro, al que como los discípulos de Emaus, muchas veces no reconocemos; con quien podemos estar enfadados porque no comprendemos el sufrimiento en nuestra vida, porque no ha hecho las cosas como las esperábamos.
Ahora que vamos de camino, reconciliémonos con Dios, por medio de Jesucristo, conozcamos su amor y confiemos en Él. Apropiémonos por la fe de la justificación que nos regala para que, una vez que nos presentemos ante el Juez justo y misericordioso, podamos pronunciar esta la hermosa oración sobre las ofrendas que hoy nos regala la liturgia

Eventos

Lun Mar Mié Jue Vie Sáb Dom
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia del usuario a través de su navegación. Leer más